Antes de realizar una ecografía, uno de nuestros fisioterapeutas realizará una evaluación completa para determinar si la técnica es adecuada para tu condición. Durante la sesión de ecografía, el paciente se tumba en una camilla y el fisioterapeuta aplica un gel conductor en la zona a tratar. A continuación, se coloca la sonda sobre la piel del paciente y se mueve suavemente para obtener las imágenes necesarias. El paciente puede sentir una sensación de presión, pero la técnica no debería ser dolorosa.